- Evalúa el espacio disponible
Antes de intentar aparcar, asegúrate de que el espacio es lo suficientemente grande para tu vehículo. Un error común es tratar de entrar en un hueco demasiado estrecho, lo que puede resultar en dificultades para maniobrar o incluso pequeños golpes con otros vehículos.
- Usa los espejos y señala tu intención
Indica con los intermitentes que vas a aparcar y revisa tus espejos retrovisores para asegurarte de que no hay obstáculos ni peatones cerca. También puedes girar la cabeza para tener una mejor visión del entorno.
- Aparcar en batería marcha adelante
Si decides entrar de frente en el espacio de aparcamiento:
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Reduce la velocidad y alinea tu coche con el espacio de estacionamiento.
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Gira el volante en la dirección del espacio y avanza lentamente.
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Asegúrate de que las ruedas estén rectas antes de detener el vehículo.
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Deja suficiente espacio con los coches de los lados para que puedas abrir las puertas sin problemas.
Consejo: Este método es rápido y sencillo, pero en algunas situaciones puede dificultar la salida, ya que tendrás menos visibilidad para reincorporarte al tráfico.
- Aparcar en batería marcha atrás
Este método es más recomendado, ya que facilita la salida y mejora la visibilidad al incorporarse a la vía. Sigue estos pasos:
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Pasa ligeramente el espacio de estacionamiento y colócate paralelo al coche que está estacionado en la plaza siguiente.
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Gira el volante en la dirección del hueco y comienza a retroceder lentamente.
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Utiliza los espejos y la cámara de reversa (si tu coche la tiene) para asegurarte de que estás entrando de manera alineada.
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Una vez que el coche esté dentro del espacio, endereza las ruedas y detente.
Consejo: Este método es ideal en aparcamientos con mucho tráfico, ya que permite una salida más segura y controlada.